La verdad es que hoy por hoy no hay otro deporte que me excite y me de más placer que el triatlón. Antes cuando era pelotero, el fútbol era mi pasión y el gol el orgasmo máximo –es verdad- y yo como delantero lo disfruté continuamente, sin embargo, hoy NADA se compara a nadar, pedalear y correr.
Hace poco más de una semana corrí el Maratón de la ciudad de Madrid (ver artículo relacionado), mi primera Gran Maratón, además parte de la Silver Road Race y con más de 13.000 corredores (para el Maratón de Santiago Adidas del año pasado sólo 600 de los 10.000 participantes fueron por los 42K).
Por qué comento esto?, porque para mi no se comparan las emociones ni la excitación entre correr un triatlón vs un maratón.
No sé, pero en un maratón se compite más bien solo y a veces ni si quiera, ya que según cuánto hayas entrenado, el objetivo podría ser sólo llegar a la meta. Pero en fin, ahí pasa por la ciudad una gran masa -serpiente- multicolor de atletas que van pasando casi de “manera tranquila”… y si sobrepasas a otro corredor, seguramente dicha acción pasa inadvertida.
Pero el Triatlón es otra cosa. Ya en la semana previa a un evento de importancia se va generando un ambiente, una “atmósfera” distinta al ver las bicis en las calles, gente nadando y gente corriendo por todos lados.
Según la magnitud del triatlón, el ingreso de las bicis al parque cerrado puede ser el día de la carrera ó el día anterior, y para mí, ésta es una hermosa postal de este deporte. Un parque cerrado lleno de bicicletas, muchas de ellas “máquinas de última tecnología”, cascos, anteojos, zapatillas, etc; todo en su lugar y todo con su particular orden.
LA PARTIDA
En un Maratón, a veces agrupados por corrales según tu mejor marca; un cañonazo y todos a lo suyo sin grandes sobresaltos, ya que nadie sale corriendo como un loco (nadie que quiera terminar)-
En un triatlón el ingreso al agua y los primeros metros (ó varios cientos de ellos) son una verdadera batalla donde todos buscan su espacio y este se consigue –no con mala intención- con manotazos, patadas, tragando agua y a un ritmo seguramente más intenso que el que se usará para nadar la mayor parte de esta disciplina.
Después el Maratón se sigue desarrollando sin mayor excitación. Seguramente cada uno concentrado en su ritmo y en no salirse de su planificación de carrera para de esta manera cumplir con sus objetivos personales… pero en el tri... pura adrenalina!!. Los deportistas emergiendo desde el agua y dirigiéndose a T1 a toda velocidad, además sacándonos el wet suit en el camino. Después te pones el casco, los anteojos y tomas tu bici, corres y saltas sobre ella para comenzar a pedalear aun sin ponerte los zapatos de ciclismo, lo que harás metros más adelante mientras ya pedaleas … y el público grita.
Este proceso dura varios minutos, es decir, continúan emergiendo triatletas desde el agua mientras otros ya pedalean recuperando posiciones y otros perdiendo; no es emocionante?!!
Y esto sigue!
Llegas a T2 bajándote a la carrera de tu bici, buscas tu lugar, cuelgas la bici, te sacas (o tiras el casco), te pones tus zapatillas tomas lo que necesites para el trote y vuelves a salir raudamente para cumplir con la tercera disciplina de este deporte (sí, la tercera!). Y en un Ironman esta tercera disciplina es un Maratón por si sola, claro que ya llevarías más de 6 horas de carrera en el cuerpo, con casi 4k nadados y 180k pedaleados….y si no estás corriendo un Ironman… vamos!, es la tercera disciplina del día y no vas a regalar ninguna posición. Buscas un ritmo y vas a la caza de quien te anteceda ó escapas de quien te persigue; te hidratas, te alimentas, sufres –siempre- adrenalina pura!.
En un Maratón podríamos decir que vas en el km 30, el de la muralla y donde más que nunca pones a prueba tu fortaleza mental, te preguntas si subes el ritmo para los últimos 10K y aun si vas dentro de los primeros (pongamos por ejemplo a un maratonista que baja las 3 horas), aun tienes centenas de corredores delante de ti. Si vas para 3h30, 4horas ó más, tienes a varios miles delante de ti (aunque más miles atrás), pero en fin. Llegas a la meta y bueno, es donde más público hay, igual es emocionante, completaste 42.195 metros, satisfacción personal, te cuelgas tu medalla muy bien ganada de Finisher y a descansar. Pero volvamos al tri y lleguemos a la meta mejor
Tras horas de lucha, horas de sacrificio, de nadar, de pedalear, de correr; llegas a la meta, a veces emocionado hasta las lagrimas (ó casi), no sé sientes de todo… cada uno sabrá, pero éste es el placer máximo de este deporte; el premio al esfuerzo, el premio a la lucha, a la perseverancia, al sacrificio (que muchas veces también es familiar).
Para mí hoy por hoy, no hay nada como el TRIATLÓN; seamos embajadores de este tan hermoso deporte.
Rod Ballivián Searle
www.rod-theblog.blogspot.com
2 comentarios:
Genial reflexion amigo, a mi parecer va todo de la mano de que hay 3 disciplinas, en las que si las haces por separado son medias "fomes", pues los triatletas ya venimos de una de ellas y el desafío, junto con el sacrificio de entrenar, le dan el mayor de los condimentos..." aqui me recupero.. soy bueno para (bici, agua o trote).."..., siempre está esa posibilidad....
SALUDOS
Muy bueno el articulo!!
Saludos,
Folo
Publicar un comentario