El pasado domingo 10 de diciembre corrí mi primera maratón, la Maratón Internacional Costa del Pacífico Intercapital de Viña del Mar y logré completar la mítica y legendaria distancia de 42.195 metros en un tiempo de 3 horas 24 minutos y 08 segundos, y la siguiente fue mi historia, antes y durante la carrera!.
Podría decir que para correr finalmente mi primer maratón, empecé de alguna manera hace bastante tiempo atrás, no por la preparación específica mínima y recomendada de tres meses para alguien que ya algo corre. (para esta carrera me preparé SOLO y no me salí mucho de mi entrenamiento de triatlón.), sino por otras razones.
Después de haber practicado muchísimos deportes y siempre ininterrumpidamente el fútbol, me bajó el bicho por hacer algo nuevo en marzo del año pasado (2005) y fue así que tras leer un artículo sobre el Brain Team en la revista Cosas, decidí integrarme a ese club.
Para resumir un poco la historia, cuento que después de partcipar en la temporada de triatlón 2005/06, me di cuenta de que el trote era mi principal debilidad (curioso ya que en el colegio me destaqué en atletismo de fondo -claro que fondo eran 3000 con y sin obstáculos y 5000 mts.) y vi en los triatlones que los maratonistas (por ejemplo la Miru Marinovic y Felipe Vial) se bajaban de la bici y corrían cual gacelas (aunque mi analogía es más acertada si digo caballos árabes.). En fin, mi conclusión fue entonces: Para mejorar el pedetrismo, debo correr maratones -y entrenar para ello-.
Finalizando la temporada pasada, mi intención era correr la Maratón de Santiago, pero la tendinitis a la facialata con la que corrí todas las carreras (con un dolor insoportable) abortaron mis intenciones y lo mejor era recuperarse.
Tomé un descanso, me recuperé y continué con mis entrenamientos de Triatlón en un año que fue particularmente difícil para mi por varias situaciones que claramente no comentaré aquí, enfocado en la distancia Medio Ironman y con ganas de correr obviamente el Half de Pucón. Desafortunadamente los organizadores del evento cumplieron con el objetivo de dejar a deportistas fuera por razones económicas al subir el precio de inscripción en más de un 100%, y yo entré en ese porcentaje de los que quedamos fuera.
Mi carrera principal entonces, quedó fuera de calendario e iré entonces si puedo, a Puerto Varas y a La Serena en febrero y marzo respectivamente para participar de los Medio ironman que allí se realizarán. Qué hago mientras pensé?, aprovecho de sacarme una espina y decido que mi primera maratón será en viña el 10 de diciembre una semana después del Triatlón de Piedra Roja.
Para ser honesto cuano le dije mi intención a mis entrenadores, no me dieron mucha bola argumentando que estaba en contra del tiempo para prepararme (quedaba poco más de un mes) y que lo mejor era esperarme y prepararme con tiempo para otra maratón. A su favor digo que los entiendo, que sé que la organización de TPR es absorvente, pero bueno, a mí se me metió en la cabeza la maratón y yo seguiría adelante con mi objetivo hasta correr y terminarla.Marcos Ottenhsimer, me dice también que estoy loco!, y para mi su palabra vale, pero soy obstinado, ya lo dije.
Reconozco que en mi autopreparación me fue útil el libro editado por Full Runners, Marathon Book ya que ahí además de hacer reseñas de las carreras más importantes a nivel mundial, sale también una tabla y plan de entrenamiento diario en base al tiempo que uno estima que hará. Mi objetivo; primero terminar claro y después; bajar las 3h 30.
LA MARATÓN, el día D.
La Maratón empezaba muy temprano, a las 7:30 de la mañana en Puchuncaví, Rungue y de ahí habría que recorrer los 42.195 metros hasta llegar a la playa principal de Reñaca. Tomé un desayuno normal como es recomendado y salí al punto de partida, esperando que fuera un gran día.
Me encontré entonces en un día nublado, un poco frío y con otros 229 maratonistas en la línea de partida de esta incierta -para mí- carrera. Qué me asustaba?. Bueno, un poco lo desconocido, nunca había corrido más de 30 kilómetros y además temía que la Triatlón de Piedra Roja de la semana anterior me pasara finalmente la cuenta.
7.30 en punto e inicio la aventura. Sentí que partí a un ritmo un poco rápido ya que además iba en mi mano con un Plan de carrera que muy gentilmente me hizo Roberto Niedmann, entrenador de Santiago Runners a pedido de mi padre quien entrena en ese club. ( y que de paso también corrió su primera maratón, este año en New York), pero en fin; mantuve el tranco.
A los 5 kilómetros aproveché de preguntarle a la única persona que iba al lado mío en ese minuto (habían como 30 adelante, después estaba yo y esta persona y atrás el resto). Le pregunté a esta mujer que yo obviamente no conocía en cuánto esperaba llegar ella a la meta. Me respondió que su mejor tiempo era de 3.07 , pero que esperaba llegar en 3.14. Conclusión, yo iba un poco rápido. Mi intención era bajar las 3.30 y mi plan de carrera era para llegar en 3.21.
La seguí hasta los 10K y después me quedé progresivamente atrás de ella, disfrutando la carrera, y teniendo nuevos acompañantes con los cuales disfrutábamos del sonido de nuestras pisadas en el cemento de la carretera y, deborabamos los kilómetros en una vía muy segura, practicamente cerrada en un 100% especialmente para nosotros.
Fueron pasándo los kilómetros y me sentí en general muy bien, sólo un pequeño dolor en la ingle de mi pierna derecha, pero nada que me impidiera seguir corriendo. Aun iba a un ritmo más rápido del que debía, pero en fin. Pensé que era una reserva de minutos que después me darían un margen ante el cansancio.
Mientras corro; Pienso. Pienso siempre en cada carrera en mis hijas que amo , que me inspiran para no abandonar nunca y que por fortuna del destino, estaban ese fin de semana en Con Con (desde hace 7 meses estoy separado de mi mujer quien ahora es una gran amiga y ha sido siempre un gran apoyo en mi deporte).
Paso el Km 21 y la persona que va al lado mío (pasándome) me dice, "ahora empieza la cuenta regresiva, vamos!". Y yo pienso, "bueno, ahora me quedan sólo 21, haré como que estoy recien empezando a recorrer sólo esa distancia."
Sigo avanzando, el recorrido es duro, muchas subidas, bastante pronunciadas y largas (en total son 10 en 30Kms, antes de llegar a Con Con), sigo pensando. Pasa por mi mente Franco Collonello quien murió justo una semana antes en el tri de Piedra Roja. Pienso en eso, me acuerdo de él; lo veo en el cielo disfrutando de la vida eterna junto a Dios, me da fuerzas.
Tambieén pienso en mi amigo Michel Uteau, a quien admiro por su perseverancia y los frutos que le ha retribuído. Pienso en Michel corriéndo la maratón en el Ironman de Hawaii, la fortaleza física y mental para correr 42 kms en 3h30 después de nadar casi 4 kilómetros y pedalear 180 bajo el calor sofocante que dicen que hace allá. Me da fuerzas Michel, y además pienso que con perseverancia yo también puedo ser mejor cada día en este deporte.
Y llego al kilómetro 30. Ahora pienso en Rafa Silva ( quien me había dicho que tal vez estaría allá, de ser así, me haría de liebre los últimos 10km ; desafortunadamente no pudo!) y la Miru, dos de las personas que más quiero del Brain Team y que me advirtieron sobre la barrera de los 30km. Y APARECIÓ, como por arte de magia apenas pisé la marca en el suelo. Sentí un pinchazo y fuerte dolor en la parte interna del muslo de la pierna izquierda, apenas podía moverla. Me pasan tres corredores , dos de los cuales me saludan y me preguntan en cuanto espero llegar, les contesto y los veo alejarse.
Miérda, digo; me quedan 12 kilómetros....termino aunque sea caminando. Sin embargo sigo trotando, claramente bajé el ritmo y el dolor todavía es fuerte pero no quiero retirarme, por mí y por mis hijas que estarán en la meta (aun son chicas, pero yo no les fallaré).
Kilómetro 35, ya estoy en Con Con, el mar a mi derecha, el camino plano y el dolor cede. Poco a poco levanto el ritmo, ya nada me detendrá por llegar a la meta, sólo 12 kilómetros y ya, no más de una hora y habré cumplido mi meta.
Gran atino de la organización (Olimpo producciones), además de que los puestos estaban exactamente a 5 kilómetros de distancia entre sí, ahora hay ciclistas en MTB cargados de Bliss Sport, Cereal Bar y Coca Cola. Acepto un cereal Bar, en el 36 acepto bliss (qué agradable tomar de la botella sin chorrear nada) y poco más adelante la Coca Cola, el azúcar me será útil para lo que queda.
Empiezo incluso a alcanzar a algunos corredores que me habían pasado a mi antes, levanto mi ritmo, pienso en la recta de Reñaca y en ver la meta. Miro al mar, disfruto la tranquilidad que entrega el sonido de las olas rompiendo tan cerca, empiezo a sonreir. La poca gente que madruga, da ánimo y aplaude (increíble eso sí algunas familias que van siguiendo la maratón y aplaudiendo cada vez que nos ven pasar -y no tienen necesariamente familiares participando, lo hacen porque disfrutan realmente de ver un evento como este y admiran a quienes participan. En el Half Iron Lake de Puerto Varas, también me pasó ver esto).
Ahora alcanzo a ese par de atletas que me saludaron cuando yo andaba más débil entre el 30 y 35, y los paso a buen ritmo ( eso sí uno de ellos iba de liebre de su compadre, admirable eso!). Cuando me queda 1 sólo kilómetro alcanzo a la persona que en el km 21 me dijo lo de la cuenta regresiva, mis piernas están adoloridas, pero lo paso firme y le doy ánimo y le digo, "no queda nada más regresivo que esto, vamos!!.
Veo la meta, me emociono pensando Lo Logré!, me acerco a la meta, voy cansado pero fuerte, hay varios corredores y gente, me aplauden fuerte cuando entro al pasillo final -lo agradezco levantando los pulgares de mi mano, sonrío y paso feliz la meta de mi primera maratón en un tiempo de 3 horas 24 minutos y 08 segundos. Estoy cansado pero muy feliz!, lo logré y lo hice solo (inspirandome en la gente que quiero y estimo). Misión Cumplida.
En la meta, te felicitan otros competidores que uno no conoce, pero somos todos amigos , todos amamos el deporte. Veo a mis niñas, las abrazo, las beso. La Paula, quien ha sido gran apoyo, obviamente tb está ahí. Me saluda Rodrigo Salas, mi amigo, está también César Nuñez, con quien he entablado amistad desde que me escribió para felicitarme por mis artículos. se alegra por mi logro personal. Saludo a Jorge Acosta, también me felicita. Estoy adolorido pero Feliz!!. Camino para lado y lado , me hidrato, me voy a alongar. Elongo mucho y me siento mejor. Me tengo fé, me recuperaré pronto, además ya tengo mi medalla de Marathon Finisher luciendo en mi cuello. Disfruto el momento, debo regresar a Santiago y estudiar ya que tengo prueba al día siguiente, estoy en un curso en Lan.
Agradezco a mis hijas Jacinta y María Belén; las amo con todo mi corazón, son todo para mí y me dan fuerzas siempre que compito.
Y agradezco a mis amigos, a Marcos Ottenhsimer a Michel Uteau, a la Miru Marinovic, al Rafa Silva, a Rodrigo Salas y a César Nuñez!!
Misión Cumplida, ahora la próxima vez, a mejorar mi tiempo.
ROD
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